¿En qué consiste la cirugía reductiva de pechos?
La mamoplastia de reducción en Madrid es la operación estética realizada para reducir, realzar y mejorar la forma y posición de las mamas en pacientes con gigantomastia, es decir, con mamas de un tamaño desproporcionado en comparación con el tamaño del cuerpo. Con esta intervención se podrá eliminar el exceso de grasa, piel y el tejido de las mamas excesivamente grandes y pesadas.
Alcances de la cirugía mamaria
En general, la cirugía de mamas puede abordar varios aspectos de la fisonomía mamaria, utilizando diversas técnicas quirúrgicas para poder alcanzar los objetivos propuestos, como aumento, reducción, elevación o simetrización de los pechos, en forma eficaz.
La reducción de mamas es importante no sólo para remodelar el tamaño y forma de los senos, sino también para el tratamiento de síntomas físicos, tales como: la irritación de la piel a lo largo del pliegue, así como erupciones o infecciones en la zona, la mala postura, y el dolor crónico en el cuello, la espalda y los hombros.
Estos síntomas pueden ser provocados por el peso excesivo de las mamas y por la posición anormalmente caída de las mismas.
90 minutos
Requiere un día de hospitalización como mínimo
Paciente sano o en control médico de sus patologías










La reducción y recolocación de las mamas voluminosas implica una disminución de piel, tejido mamario y grasa, y si es preciso del tamaño de la areola, y un cambio en la organización y posición de la mama. Esta cirugía puede durar entre 2 y 4 horas, dependiendo de las condiciones de la paciente y la técnica empleada.
Sí. Como en toda cirugía, la mamoplastia de reducción deja cicatrices y no es posible evitarlas. La extensión de las cicatrices dependerá del tipo de técnica que se realice, lo cual se discutirá en la consulta y se decidirá en acuerdo entre la paciente y el cirujano en función de las características de la paciente y sus deseos y expectativas. Siempre se colocan en las partes menos visibles del pecho, pudiendo colocarse:
En general, es una cirugía recomendada para mujeres de más de 18 años, momento en el que el desarrollo corporal suele ser completo y las mamas han terminado su crecimiento. Son candidatas a una mamoplastia reductiva las mujeres que presentan un volumen excesivo del pecho, o que han sufrido un desproporcionado desarrollo del pecho, en muchos casos después del embarazo y la lactancia. El objetivo es mejorar la satisfacción con el aspecto del pecho y mitigar los dolores que produce el peso de las mamas, principalmente en la columna cervical y lumbar.
Sí, es posible reducir el tamaño de las mamas sin cirugía, aunque los resultados no serán iguales. Este método sin cirugía incluye una dieta baja en grasa y una rutina de ejercicios que les permita ir logrando una remodelación corporal, incluida la disminución del tamaño de los senos, en forma progresiva. Los adelgazamientos bruscos pueden llevar a una mayor caída del pecho.
No hay contraindicación médica para tener un embarazo después de una mamoplastia de reducción, pero deberá tener en cuenta que la piel y la glándula mamaria podrían sufrir cambios a lo largo del embarazo, con lo que los resultados obtenidos podrían verse modificados. Puede tener problemas con la lactancia.
Dependiendo del grado de hipertrofia, en la cirugía podrían afectarse algunos nervios sensitivos. En general, la sensibilidad podría verse afectada al principio, en las primeras semanas del postoperatorio, pero progresivamente se recuperará por completo.
Si tras una reducción de mama gana mucho peso, podrían perderse los resultados obtenidos, pudiendo distorsionarse las cicatrices y la forma.
Dependiendo de la técnica empleada, podría requerir una noche de hospitalización. Además, en ocasiones, podrían colocarse drenajes que se retirarían al cabo de pocos días en la consulta.
La recuperación postoperatoria de una mamoplastia de reducción depende de cada paciente, pero suele ser de 7 a 10 días, aproximadamente. En esta fase, se debe guardar reposo relativo y es esperable sentir inflamación o dolor leve durante los primeros 4 días. Durante el primer mes, realizaremos controles continuos y en este tiempo se deberá evitar el ejercicio y la actividad física, ya que pueden afectar al proceso de cicatrización.